INMOVILIZACIONES

La técnica de las inmovilizaciones es esencial porque determina las otras (las Estrangulaciones y las Llaves) y representa en el suelo la más inmediata y la más directa, transportada a una forma diferente, del principio de desequilibrio que rige el Judo de pie.

Lo esencial en las inmovilizaciones es el contacto y la aniquilación de las tentativas de salida del adversario mediante supresión o blocaje de sus puntos de apoyo y de sus brazos de palanca, y aquí el punto de partida de todos los esfuerzos reside en los músculos abdominales.

El objeto de las inmovilizaciones es, como hemos visto anteriormente, mantener el adversario en el suelo sobre las espaldas, durante 30 segundos (lo que cuenta un punto), ventaja suficientemente durable para que tenga todas las posibilidades de ser definitiva.

El que no se ha zafado de una inmovilización durante los treinta primeros segundos, ya no tiene posibilidades de zafarse luego, sin contar las oportunidades brindadas por una inmovilización para colocar una estrangulación o una llave que obligará al inmovilizado a abandonar.

Ya vimos al referirnos a la Técnica general del Judo, las principales inmovilizaciones (figs. 107, 108, 109, 110, 111 y 112). Ahora, para completar este importante renglón, ofreceremos algunas inmovilizaciones adicionales, sin que ello signifique que agotemos el tema, toda vez que existen bastantes más, imposibles de recoger en los limites de este manual.

Inmovilización por el hombro (fig. 175).—La misma posición que en la inmovilización de la figura 107, pero aquí bloqueáis et brazo derecho del adversario contra el costado derecho de su cuello y su clavícula, apoyáis vuestra cabeza hacia adelante contra la de él y al mismo nivel, mientras vuestras manos se agarran en la nuca del adversario.

Inmovilización en desequilibrio (figs. 176, 177 y 178).—La posición de partida es la de la figura 108. No movéis el brazo izquierdo y pierna derecha.

Vuestro brazo derecho pasa bajo la axila derecha del adversario y viene a coger su cuello lo más lejos posible hacia la izquierda. Al mismo tiempo, apretáis lo más estrechamente posible y hacia arriba el brazo derecho del adversario bajo la axila derecha. Extendéis bien la pierna izquierda, la planta del pie plana contra el suelo, rodilla al aire. Por último, os apoyáis sobre el adversario hacia adelante y hacia la izquierda, vuestra mejilla derecha va a tocar el costado izquierdo del adversario al nivel de la cintura.

Inmovilización sobre el pecho (fig. 179).—La misma posición de la figura 111, pero os encontráis sobre el pecho del adversario. Con el brazo izquierdo cogéis la cintura de aquél. Vuestro brazo derecho coge la manga izquierda del adversario al nivel del codo y vuestra cabeza permanece sobre su brazo izquierdo.

Inmovilización por el brazo (fig. 180).—Os encontráis sentado sobre los talones, muslos muy separados, entre las piernas del adversario, que se encuentra echado de espaldas.

Vuestro pecho y hombros pasan sobre el abdomen del adversario. Vuestros brazos rodean su busto, pasan bajo sus brazos, al contacto de los omoplatos y con las manos agarráis fuertemente el cuello de la blusa a cada lado de la nuca.

Inmovilización en oposición (fig. 181). —Misma posición que para la inmovilización fundamental de la figura 108, pero en lugar de blocar los brazos del adversario contra los costados con vuestros codos tomando la cintura, venís simétricamente

por cada lado a rodear los brazos por debajo, apoyando los bíceps contra las axilas del adversario. y con las manos agarráis su cuello lo más detrás posible de la nuca.

Inmovilización flotante (fig. 182).—Estando el adversario echado de espaldas al suelo, apoyáis fuertemente la rodilla derecha sobre su pecho en la línea hígado-esternón, y el pie derecho, con solamente los dedos apoyados en el suelo, bloca con el empeine el costado derecho del adversario al nivel de la cintura. Vuestra pierna izquierda se encuentra flexionada en ángulo recto, el pie plano sobre el suelo, a la derecha del adversario.

Con los brazos ejercéis una tracción extremadamente enérgica, respectivamente sobre la manga derecha y sobre la solapa izquierda del adversario, cogida bastante abajo, para levantar sus hombros del suelo.