La técnica de los lanzamientos tiene por objeto proyectar el adversario haciéndole caer de espaldas al suelo. Una proyección bien realizada refleja una ventaja momentánea suficiente para que sea decisiva si se trata de un combate real; bien porque la sola caída sobre un suelo duro bastaría, bien porque inmediatamente seguiría en el suelo una llave o una estrangulación que pondría fin al combate.
Al referirnos a la Técnica general del Judo, hemos descrito los principales lanzamientos, y en este capítulo completaremos el tema con algunos lanzamientos complementarios.
Enrrollamiento de rodilla (figs. 183 y 184).—El adversario se encuentra con la pierna derecha atrás, es decir, en desequilibrio lateral derecho adelante. Para llevarlo o mantenerlo en esta posición, el papel de vuestras muñecas es esencial: su acción conjugada debe tender a desequilibrar al adversario, cabeza hacia adelante, hacia vuestro hombro izquierdo.
Colocáis la planta del pie izquierdo contra la cara externa de la rodilla derecha del adversario.
Flexionáis la pierna derecha y extendéis la pierna izquierda, pero sin rigidez (el movimiento es un enrollamiento más bien que un blocaje). Os encontráis, pues, en ligero desequilibrio hacia atrás.
Efectuáis con los dos brazos una atracción contínua alzando, gracias a vuestras muñecas, al adversario sobre las puntas de los pies; cuando el desequilibrio es suficientemente neto, transformáis la tracción paralela en rotación y tiráis del adversario por su brazo izquierdo hacia abajo, acompañándoos con el brazo derecho.
Gran enrollamiento exterior (figs. 185 y 186).— El adversario tiene los pies sobre la misma línea, el peso del cuerpo repartido sobre ambas piernas, o más bien sobre la pierna derecha.
Colocáis el pie izquierdo sobre el mismo eje que los pies del adversario y lanzáis la pierna derecha lateralmente en el aire, detrás de las piernas de aquél.
Tiráis fuertemente hacia vuestra izquierda el brazo derecho del adversario, para ponerlo en desequilibrio lateral derecho. En este momento vuestra pierna derecha bloca las piernas de aquél. Las caderas derechas están en contacto y vuestro pecho se apoya fuertemente contra el brazo, el hombro y el pectoral derecho del adversario. Vuestra mano derecha se apoya perfectamente sobre el hombro izquierdo del adversario al nivel de la clavícula y vuestro codo derecho está en contacto con el pectoral izquierdo de aquél. Para proyectarlo, os basta entonces barrer con la pierna derecha, pivotando sobre la pierna izquierda y haciendo girar al adversario entorno de su cadera derecha.
Gran lanzamiento exterior (f igs. 187 y 188).— El adversario tiene las piernas sobre la misma línea, o bien la pierna derecha adelante, o a veces incluso, la pierna derecha atrás; pero en todos los casos, lo importante es que el peso de su cuerpo se encuentre en mayor parte sobre esta pierna derecha.
Colocáis vuestro pie izquierdo junto al pie derecho del adversario, pero un poco adelante. Con el brazo izquierdo tiráis del brazo derecho del adversario, para poner en contacto vuestro hombro derecho con el hombro derecho de aquél, costado derecho contra costado derecho.
Entonces engancháis la pierna derecha del adversario con la vuestra —contacto de las corvas de las rodillas— y empujáis fuertemente al adversario hacia atrás, conservando el contacto con su costado derecho, su pecho y su hombro derecho.
Pequeño segado exterior (figs. 189 y 190).— Avanzáis la pierna derecha lo más lejos posible al exterior de la pierna derecha del adversario, de manera que vuestro pie derecho viene a posarse en el eje de los pies del adversario o detrás de este eje.
Colocáis la planta de vuestro pie izquierdo detrás
el talón del pie derecho del adversario y segáis en la dirección de los dedos. Al mismo tiempo, con la mano izquierda tiráis fuertemente y un poco hacia abajo, mientras con el brazo derecho lo empujáis hacia atrás. En el curso de la proyección, vuestra pierna izquierda cruza la pierna derecha del adversario hacia adelante.
Barrido de la pierna efectuado levantando (figs. 191 y 192).—Colocáis el pie derecho b más cerca posible del eje de los pies del adversario. La plerna derecha flexionada, ligeramente en desequilibrio atrás, barréis con la pierna izquierda la pierna derecha del adversario. Acompañáis este barrido, con un movimiento de muñecas y antebrazos, como se indica en la figura.
Enganche exterior (figs. 193 y 194).—Muy similar al lanzamiento de las figuras 60 y 61, pero aquí os encontráis colocados en desequilibrio lateral derecho muy marcado al principio del movimiento para una acción apropiada de vuestros brazos. Vuestro brazo derecho levanta fuertemente el hombro izquierdo del adversario, mientras que el brazo izquierdo tira del brazo derecho de aquel al exterior y hacia abajo.
Enrollamiento de las piernas (figs. 195 y 196). —El adversario está en desequilibrio delante. Colocáis el pie izquierdo adelante y al exterior del pie izquierdo del adversario. Al mismo tiempo, con el brazo izquierdo, aseguráis el desequilibrio hacia adelante del adversario, tirando del brazo derecho de éste, cogido de preferencia por debajo del codo. Pivotáis sobre la pierna izquierda y la pierna derecha tendida como un bastón, viene a blocar la pierna derecha del adversario, al nivel de la rodilla.
Entretanto acentuáis la tracción de vuestro brazo izquierdo en semicírculo para desequilibrar al adversario, primero adelante, y enrollarlo seguidamente hacia la izquierda.
Por consiguiente, vuestra muñeca izquierda debe permanecer ligeramente doblada, y delante del hombro y del pecho, hasta el momento en que el adversario es proyectado.
Enrollamiento de la cadera (figs. 197 y 198).— Colocáis el pie izquierdo al exterior del pie izquierdo del adversario, y tirando del brazo derecho de éste con vuestro brazo izquierdo, pivotáis sobre la punta del pie izquierdo para colocar vuestra pierna derecha delante de las piernas del adversario, poniendo el pie derecho al exterior del mismo pie del adversario,
la pantorrilla derecha en contacto con la tibia derecha, encontrándose así los cuatro pies en el mismo plano.
En el curso de este movimiento, vuestra muñeca derecha no ha dejado lo alto de la solapa izquierda del adversario.
Tenéis la pierna izquierda flexionada, la pierna derecha extendida sin excesiva rigidez, barrando la del adversario por debajo de la rodilla, y en línea derecha con vuestra cadera derecha y vuestra cabeza. El conjunto constituye el eje entorno al cual va a pivotar el adversario.
Mientras vuestra mano izqnierda, que ha cogido el brazo derecho del adversario de preferencia más abajo del codo, lo enrolla hacia adelante apoyándo se con una flexión de la muñeca, vuestro brazo derecho permanece doblado, el codo contra el costado izquierdo del adversario, al nivel de las falsas costillas, la cara interna de la muñeca apoyándose sobre la clavícula izquierda del adversario, vuestro hombro derecho y brazo formando un todo para acompañar el movimiento giratorio del brazo izquierdo y levantar el adversario hacia adelante.
Un movimiente de ligera flexión de la rodilla derecha, facilita la proyección.
Presa de cadera por detrás (figs. 199 y 200).—Os colocáis perpendicularmente al adversario y sobre su lado derecho, el abdomen contra su cadera derecha, poniendo primero el pie derecho adelante y al exterior del pie derecho del adversario, paralelamente a la
línea de sus pies, después el pie izquierdo, detrás de esta misma línea. Con et brazo izquierdo, levantáis el codo derecho del adversario para llevarlo sobre vuestro hombro derecho, mientras la mano derecha se coloca por delante al nivel de la cintura, la mano izquierda hace lo mismo por detrás, yendo a parar precisamente sobre la cadera izquierda del adversario.
Flexionáis las piernas, simétricamente, antes de asegurar la presa. Os erguís, con et busto hacia atrás, aplicando el costado derecho del adversario contra vuestra cadera derecha, y el peso de los dos cuerpos sobre vuestra pierna derecha. La misión de vuestros brazos es sólo la de mantener el adversario contra vuestra cadera.
El adversario es levantado por la acción combinada de vuestras piernas que se extienden y de vuestros abdominales que se contraen al inclinaros hacia atrás. La axila derecha del adversario está siempre apoyada sobre vuestro hombro derecho.
En este momento pivotáis sobre la pierna derecha al menos un cuarto de vuelta, levantando el brazo derecho y bajando el izquierdo, lo que hace bascular al adversario.
Desplazamiento de la cadera (figs. 201 y 202). —Se inicia como el lanzamiento precedente, pero colocáis la mano derecha detrás del adversario al nivel de la cintura y lo más lejos posible, sin cambiar la presa de vuestra mano izquierda sobre la manga derecha del adversario. Dejáis la cabeza delante del adversario, en contacto con el pectoral izquierdo de éste.
Entonces pivotáis hacia vuestra izquierda sobre el pie izquierdo, al mismo tiempo, aprovechando la «subida» del adversario, le hacéis, mediante un esfuerzo combinado de vuestros abdominales y de vuestros brazos, girar sobre su cadera derecha.
Gran presa de cadera (figs. 203 y 204).—Se inicia como en la figura 69, pero debéis flexionar las piernas todo lo posible para colocar la cadera derecha bajo el abdomen del adversario, delante del
pliegue inguinal derecho y lo alto del muslo derecho; y vuestro brazo derecho pasa bajo el brazo izquierdo del adversario para ir a colocarse en diagonal contra la espalda de aquél, la mano derecha plana sobre lo alto del omoplato derecho.
Tracción adelante de vuestro brazo izquierdo, vuestro brazo derecho «placando» fuertemente el pecho del adversario contra su costado derecho por encima de la cintura, y levantándolo al mismo tiempo con un movimiento giratorio, para hacerle bascular encima de vuestra cadera derecha, que debe estar muy arqueada hacia la derecha.
Pequeña presa de cadera (figs. 205 y 206).—El contrario se encuentra en ligero desequilibrio adelante y las piernas suficientemente separadas.Atacáiscolocando el pie izquierdo como en la figura 70, pero cuando plvotáis sobre este pie, os inclináis mucho más hacia adelante; el brazo derecho lo pasáis por debajo del brazo izquierdo del adversario y la mano derecha agarra el cinturón de éste. Por último, introducís la pierna derecha lo más lejos posible entre las piernas del adversario. Tracción hacia adelante de vuestro brazo izquierdo, y flexión de la rodilla derecha formando resorte.
Gran enrollamiento (f igs. 207 y 208).—Estando el adversario en ligero desequilibrio lateral adelante y a la derecha, confirmáis este desequilibrio con vuestra muñeca izquierda, mientras colocáis el pie izquierdo sobre la línea de los pies del adversario, al exterior de su pie izquierdo. Vuestro brazo derecho mantiene el peso del adversario principalmente sobre vuestro pie derecho, y vuestro brazo izquierdo en semicírculo continúa tirando del adversario adelante. Entonces lanzáis lateralmente en oblícuo la pierna derecha extendida que siega a la
vez las dos piernas del adversario, pero principalmente su pierna derecha.
Este movimiento de barrido debe partir de vuestra cadera derecha y se acompaña de una rotación en bloque de vuestro busto y de vuestros brazos, actuando de pivote vuestra cadera izquierda.
Tempestad en la montaña (f igs. 209 y 210).—Es igual que para el lanzamiento precedente, pero las presas de mano son un poco diferentes.
Con la mano izquierda cogéis la manga derecha
del adversario más abajo del codo casi a nivel de la muñeca, y deja la solapa izquierda del adversario, para coger la solapa derecha al nivel de la clavícula, pulgar debajo.
El segado de las dos piernas del adversario por vuestra pierna derecha se acompaña de un movimiento adelante y hacia arriba de vuestros brazos, mientras os inclináis. Vuestro brazo izquierdo en semicírculo enrolla el brazo derecho del adversario, mientras el brazo derecho, bíceps contraído, asegura el contacto entre vuestro deltoides derecho y la axila derecha del adversario.
Al principio de la proyección, lanzáis la cabeza adelante y hacia abajo.
Caída de lado sobre el hombro (fig. 211).—La presa es igual que en la figura 88, pero vuestro pie derecho pasa al exterior y detrás del pie derecho del adversario, y ponéis la rodilla derecha en el suelo de manera que la pantorrilla esté en contacto con el tobillo del adversario. El contacto de vuestro hombro y de vuestra espalda se hace más con el costado derecho del adversario que con su pecho.
Lanzamiento de hombro levantado (figs. 212 y 213).—Introducís el pie izquierdo entre los del adversario, y sobre la misma línea, pivotáis sobre este pie y váis a colocar el pie derecho entre vuestro pie izquierdo y el pie derecho del adversario.
En este momento, con las dos manos cogéis por detrás y por el exterior los muslos del adversario, al mismo tiempo que os inclináis hacia adelante, flexionando las piernas.
Proyección cogiendo el codo (figs. 214 y 215).— Con el brazo derecho cogéis por debajo la manga izquierda del adversario al nivel del codo. Extendéis todo lo posible los brazos del adversario en la prolongación de los hombros, antes de pivotar y de ejecutar el movimiento de báscula, levantando muy alto el codo izquierdo del adversario, por encima de su cabeza.
Proyección de cuchara (figs. 216 y 217).—Os colocáis como indica la figura 216 y flexionáis las piernas. Pasáis el antebrazo izquierdo delante el cuello del adversario y con la mano izquierda cogéis la solapa izquierda de éste, lo más arriba posible, pulgar debajo.
El brazo derecho lo pasáis entre las piernas del adversario y con la mano derecha os agarráis al kimono de éste o, si es posible, al cinturón, o la apoyáis fuertemente contra sus riñones. El resto expilcan claramente las figuras.
Levantamiento con los brazos (figs. 218 y 219). —El adversario está de espaldas al suelo y os tiene entre sus piernas. Cogéis las mangas del adversario, detrás de los deltoides, y os levantáis balanceándoos hacia atrás y extendiendo las piernas.
Proyección por encima de la cintura (f igs. 220 y 221).—Ponéis el pie izquierdo detrás del pie izquierdo del adversario y el pie derecho permanece
delante del pie derecho de aquél. Con las piernas flexionadas, inclináis completaniente el busto hacia la derecha y simultáneamente pasáis el brazo derecho detrás de los riñones del adversario y el brazo izquierdo delante de su vientre. Vuestras manos se juntan detrás de la cadera izquierda del adversario y se agarran en presa fundamental (fig. 223).
Entonces os levantáis basculando al adversario bajo el brazo izquierdo y sobre vuestra cadera izquierda.
Presa de ana pierna (fig. 222).—Encontrándose el adversario en desequilibrio hacia atrás derecha, pierna derecha un poco avanzada, metéis el pie derecho adelante y al exterior del pie derecho del adversario y avanzáis el pie izquierdo hasta la altura del pie izquierdo del adversario. Os encontráis completamente en el lado derecho del adversario.
En este momento, colocáis la mano derecha bajo la rodilla derecha del adversario, que levantáis hacia arriba, mientras con la mano izquierda empujáis hacia atrás el hombro derecho del adversario.
Presa de las dos piernas (fig. 223).—Os incliniáis hacia adelante y sobre la derecha y colocáis la pierna derecha flexionada en contacto por el exterior con la pierna izquierda del adversario. Al inclinaros ponéis las manos en las corvas de sus rodillas, las que atraéis hacia vuestros muslos, empujando fuertemente hacia atrás y contra su izquierda, por media de vuestro hombro izquierdo y vuestro pecho, su abdomen y sus caderas.
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