viernes, 15 de julio de 2011

EJERCICIOS DE CAÍDA


Los ejercicios de caída constituyen un excelente entrenamiento del cuerpo y tienen la máxima importancia en la defensa personal así como en la lucha deportiva. Vemos diariamente casos en los cuales una caída provoca una luxación de mano o aún peor, la fractura de un brazo, de un hombro, de la espina dorsal. En el momento de caer se está absolutamente indefenso y es por esto que el lanzar al suelo al adversario representa el más precioso medio de lucha. Cuando es difícil adueñarse del adversario en un movimiento de palanca, es fácil vencerlo tirándolo al suelo. Cuando el individuo cae, su atención está completamente absorta en la caída. Ese instante de abandono es suficiente para sorprenderlo con un movimiento de palanca o llave, cuando la caída misma no lo haya puesto fuera de combate. Al caer se corre el peligro de recibir un golpe en la cabeza o de fracturarse una muñeca, un brazo, un hombro, una pierna.

Los ejercicios de caída, o dicho en otras palabras, el aprender a caer correctamente, es de principalísima importancia en el JiuJitsu. Tanto es así que este aspecto del deporte debe practicarse con tanta dedicación y asiduidad como el entrenamiento general. Y con la ejercitación de las caídas va asimismo la práctica no menos importante de levantarse del suelo con la rapidez y agilidad de un gato.

Es innegable la utilidad de saber la mejor forma de caer, tanto en el caso de ser derribado por un adversario en una lucha real, como en la práctica del deporte o bien para el caso de resbalar simplemente en la calle.

Pero para ponerse en la situación más semejante a la de un ataque verdadero, lo mejor es practicar las caídas deportivamente con un adversanio interesado en las mismas prácticas. La caída correcta hace imposible que la persona que cae sufra lesiones, magulladuras o fracturas. Además, sabiendo cómo caer, el propio impulso de la caída sirve a veces para ponerse nuevamente de pie en un abrir y cerrar de ojos.

La práctica constante hará que los ejercicios de caída y de alzarse del suelo resulten cada vez más sencillos y se ejecuten cada vez con mayor soltura, hasta llegar a efectuarlos de un modo instintivo y maquinal que es, precisamente, la finalidad que se persigue.

Por regla general el principiante conceptúa que los ejercicios de caída (y asimismo los de tomas y presas que luego veremos) son complicados, pues al comienzo requieren atención y refiexión; esto es, justamente, lo que hace imprescindible que se practiquen con ahinco, hasta poder realizarlos instintivamente. En realidad, no tienen nada de cornplicado; no hay que olvidar que si se desconoce la técnica de la caída, una persona cae a menudo en forma mucho más complicada o, cuando menos, mucho más inadecuada, ejecutando movimientos completamente falsos e inútiles que no son más que otros tantos peligros para la integridad física.

Debe recordarse como regla primordial que al caer ya sea hacia adelante, hacia atrás o hacia un costado, se debe procurar que et cuerpo caiga sobre una superficie del mismo lo más amplia posible y no sobre un solo punto por ejemplo una mano, un codo, la punta del hombro, etc. Estas partes del cuerpo no son adecuadas para absorber un fuerte impacto como el que produce una caída, sino que, por el contrario, hay grandes probabilidades de que al caer sobre alguna de esas partes se produzca alguna lesión o iuxación.

Tanto si se trata de una caída accidentai, voluntaria o provocada, es preciso que al caer se retenga la respiracicón. Ello determina una contracción involuntaria de los músculos y de tal manera el choque no repercute demasiado fuertemente sobre los órganos internos, que (como los pulmones, por ejemplo), son los más delicados.

Si se cae hacia adelante(y también, en ocasiones, hacia atrás o de costado), no hay que extender rígidamente los brazos pues de tal modo se caerá sobre las palmas de las manos. Es más preferible caer sobre el brazo entero o bien, en ciertos casos, sobre el antebrazo.

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