Estas llaves se aplican estando vuestro adversario echado sobre las espaldas. Vosotros os encontráis (fig. 128), frente al costado derecho de aquél, la rodilla izquierda en el suelo contra el hombro de aquél, la rodilla derecha levantada, el pie tocando la cintura del adversario.
Luxación del brazo (fig. 129).—El adversario levanta su brazo izquierdo para coger vuestra solapa derecha; entonces avanzáis de manera que la palma del adversario venga a apoyarse contra la parte alta de vuestro pecho y después deslizarse hacia vuestra clavícula derecha. Entonces inclináis la cabeza a la derecha y levantáis el hombro derecho para acuñar la muñeca izquierda del adversario, y colocáis vuestras palmas, la derecha más arriba.
contra la cara externa del codo del adversario. Vuestros codos y vuestros antebrazos permanecen contra vuestros flancos. La palma de vuestra mano derecha peina el codo, la de vuestra mano izquierda aprieta los ligamentos del tríceps sobre el olecráneo.
Al propio tiempo, vuestra rodilla derecha que se apoya contra el hígado del adversario, le impide levantarse demasiado sobre su costado derecho, y la rodilla izquierda le impide deslizarse lateralmente.
Permanecéis con el busto rígido y apoyáis vuestras dos manos en la dirección de vuestro abdomen, sobre el codo del contrincante.
El dolor es muy vivo e inmediato. Esta presión sobre el codo debe ir acompañada de una ligera rotación de las muñecas de derecha a izquierda, por delante, para completar la dislocación con una torsión, y asegurar la presa de un modo definitivo.
Enrollamiento del brazo (figs. 130, 131 y 132).— Supongamos que el adversario levanta su brazo izquierdo para cogeros la solapa. Entonces agarráis
con la mano izquierda la muñeca izquierda del adversario, de manera que vuestra palma viene a apoyarse contra la cara interna de la muñeca, después os inclinàis de través sobre el pecho del adversarlo, para bloquear así dicha muñeca en el suelo; codo izquierdo doblado en ángulo recto y brazo todo lo posible en la prolongación de los hombros del adversario.
Entonces deslizáis vuestra mano derecha, palma contra el suelo, entre éste y la cara externa del brazo del adversario, perpendicularmente a este brazo y a igual distancia del codo y del hombro.
La palma de vuestra mano derecha viene a posarse sobre la cara externa de vuestra propia muñeca izquierda.
Extendéis entonces vuestra pierna derecha y apoyáis con todo vuestro peso vuestro pecho sobre el del adversario. Simultáneamente arqueáis vuestras dos muñecas hacia arriba y levantáis vuestro codo derecho, contrayendo los músculos de los antebrazos.
Se produce torsión de la articulación del codo. El brazo izquierdo del adversario, el antebrazo derecho vuestro y vuestra muñeca izquierda deben formar un rectángulo.
El adversario intenta resistir arqueándose o contrayendo su brazo y aproximando su codo al cuerpo: pero, en general, sólo consigue retrasar un poco la presa.
Llave de brazo en cruz. (figs. 133 y 134).—Con vuestra mano derecha agarráis la manga derecha del adversario por la cara interna del antebrazo, exactamente debajo del codo, y tiráis de ella hacia arriba. Vuestro codo permanece apoyado contra vuestro costado derecho y vuestra cabeza se puede inclinar ligeramente a la derecha para contribuir a mantener contra vuestra clavícula la muñeca derecha del adversario. Al mismo tiempo, cogéis con la mano izquierda, pulgar encima, la parte alta de la solapa derecha del adversario, que apoyáis fuertemente contra la parte delantera derecha del cuello de éste, para hacerle girar la cabeza hacia la izquierda con la mejilla izquierda casi contra la lona.
Apoyáis vuestra tibia derecha contra las costillas falsas del adversario, rodilla adelante sobre el hígado de éste, y vuestra rodilla izquierda está en contacto con la oreja derecha del contrincante.
Efectuáis por tanto un doble movimiento de tracción de vuestro brazo derecho hacia arriba sobre el brazo derecho del adversario, y de presión
hacia abajo, con vuestro izquierdo, sobre el cuello del adversario. En este momento, inclináis un poco vuestra Cabeza y vuestro busto hacia adelante, tomáis apoyo de equilibrio sobre vuestro pie y vuestra rodilla derecha que debe permanecer doblado y sobre vuestra muñeca izquierda, lo que os permite, con vuestra pierna izquierda, rodear la cabeza del adversario para colocar vuestro talón delante de la mejilla izquierda de aquel y el hueco de la rodilla sobre la tráquea del mismo. Al propio tiempo, os dejáis ir hacia atrás sobre la espalda, apretando fuertemente vuestras rodillas la ana contra la otra. Soltáis la solapa del adversario y vuestra mano izquierda sigue el brazo derecho del adversario para ir a colocarse sobre la cara interna de su antebrazo, debajo de la mano derecha.
Tenéis las rodillas y los muslos apretados y vuestros codos apoyados contra los costados. Entonces os arqueáis suavemente contrayendo fuertemente los mûsculos abdominales. Se produce disbocacón del codo derecho del adversario, que debe apoyar por encima del pubis vuestro y contra los músculos aductores contraídos de las caras internas de vuestros muslos.
Blocaje lateral sobre la rodilla (fig. 135).—Con la mano derecha agarráis la muñeca derecha del adversario, de manera que la palma esté contra la cara interna de la muñeca. Ejercéis sobre el brazo del adversario una tracción vigorosa hacia vuestra derecha y atrás, de manera que bloqueáis el codo en vuestra ingle derecha. Simultáneamente, apoyáis vuestra mano izquierda sobre el hombro del adversario, para mantenerio lo más bajo posible. De esta forma el brazo derecho del adversario reposa,
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