Las Reglas que rigen los Combates de Judo no pueden ser más breves y coricisas, como cumple a la más caballeresca de las luchas. Cuanto más corta y sencilla es una ley, más significa que está hecha para minorias selectas y más valor reclama su aplicación.
Las competiciones son cortas: en general duran dos minutos pues uno de los objetivos del Judo es obtener un resultado rápido.
Generalmente se disputan en dos puntos, es decir que el primer contendiente que se ha apuntado dos tantos es el vencedor.
El punto se obtiene:
a) Proyectando netamente al adversario sobre la espalda;
b) Inmovilizándolo en el suelo sobre la espalda durante treinta segundos;
c) provocando su abandono bajo los efectos de una estrangulación o de una llave de brazo, pierna o de cuello.
Se manifiesta el abandono golpeando varias veces claramente con la palma de la mano o la planta del pie, el adversario, el suelo o a si misnio.
Está prohibido:
a) Dar golpes;
b) tocar la cara;
c) agarrar los dedos de las manos o de los pies;
d) agarrar, antes del comienzo del Ianzamiento, la cintura o el pantalón del adversario.
Algunas de estas Reglas, especialmente las relativas a la duración o bien el número de puntos, son susceptibles de modificaciones. Algunas presas pueden ser prohibidas.
La buena interpretación de estas breves Reglas exige en el árbitro un gran conocimiento del arte del Judo, gran atención y mucho espíritu de observación. Este es el motivo por el cual el árbitro, que es también y ante todo un maestro judoka, es la autoridad única y absoluta en la contienda.
Et saludo de los contendientes, antes y después del encuentro, es de rigor como en toda competición entre verdaderos deportistas.
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